Guías de Cuidado Perinatal

Mayo  2017


 

II.- Apnea

 

La apnea del prematuro puede persistir más allá de las 36 semanas de edad posmenstrual particularmente en recién nacidos de extremo bajo peso al nacer y en aquellos con displasia broncopulmonar (DBP).  Se hipotetiza que la inmadurez neurológica del control respiratorio es un mecanismo subyacente común. La apnea persistente a menudo se asocia con una alimentación oral inadecuada, la que puede ser el único problema que queda por resolver antes del alta a domicilio. En ausencia de mediciones objetivas que identifiquen claramente a los neonatos con riesgo de inestabilidad cardiorrespiratoria significativa, los clinicos han utilizado un enfoque empírico que requiere un intervalo sin eventos antes del alta al hogar. No se ha determinado el número exacto de días sin episodios de apnea o bradicardia pero el intervalo más usado es 5- 7 días consecutivos después de discontinuar la terapia con Metilxantinas. 

El uso de monitores cardiorespiratorios en domicilio no debe ser usado para justificar el alta de los neonatos que están en riesgo de apnea únicamente debido al control respiratorio inmaduro.

Aunque se ha encontrado que los prematuros tienen una incidencia más alta del síndrome de muerte súbita (SIDS), no se ha establecido una correlación entre apnea del prematuro y SIDS. Además, los análisis formales de los patrones de respiración (neumogramas) no tienen ningún valor para predecir el SIDS y no son útiles para identificar a los pacientes que deben ser dados de alta con monitores domiciliarios. La monitorización cardiorrespiratoria en el hogar puede ser útil para algunos neonatos que son tecnología dependiente  (ver también "Alta hospitalaria de neonatos de alto riesgo" más adelante en este capítulo).